IAR-Kristijan Muravjovas

Un intento de blog

PA1. MI ENTORNO – las cosas a mi alrededor

Ya era tarde y el sueño me atrapaba en un abismo profundo difícil de escapar. Cediendo a mis deseos me tumbé en mi cama suave, observando el techo blanco de mi habitación cubierto de estrellas de plástico que se iluminaron con el apagar de la luz. Aunque tenía sueño, algo me dijo que aún no era la hora de desconectar, sentimiento por el cual me pasé unos quince minutos con los ojos abiertos mirando la estantería escalonada marrón que tenía sobre mi cabeza, intentando comprender ese insomnio repentino. De pronto, me di cuenta de que aún no había hecho mi práctica para Introducción a la arquitectura, y con una rapidez digna de las olimpiadas me levanté de mi cama para sentarme en mi silla de oficina gris, encendiendo justo luego mi ordenador que yacía sobre la mesa de madera. El reloj de sobremesa marcaba las 18:00, por lo que tuve suerte, porque a esa hora por la ventana que estaba justo encima de la mesa aún entraba algo de luz. Levanté la persiana a su máxima altura y me puse a describir mi entorno. Primero empecé mencionando las dos estanterías de madera, hechas del mismo material que mi cama y mi mesa, que estaban a mi izquierda. Describí como su forma alargada permitía que tuviese unos 4 cubículos cada estantería, muy útil para guardar libros de ciencia ficción y arquitectura. Luego me puse a describir una cosa muy rara, entre un “puff” y cofre, de color verde manzana y situado en la esquina de la pared entre la mesa y las estanterías, donde guardo mis cosas menos utilizadas.

Con el pasar del tiempo, se me pasó por alto pues eso, el tiempo. El olvidadizo de mí se olvidó por completo que tenía que ir a comprar comida, y con la intención de no perder más tiempo me dirigí a mi armario blanco que tenía a mi izquierda para poder cambiarme de ropa. Luego de cambiar mi atuendo (no sin antes comprobar que los vecinos de arriba no me estaban viendo), me dirigí a la otra estantería hecha de una madera de roble aurora que estaba justo a la izquierda del armario. La estantería tenía cuatro cubículos de altura y dos de anchura. Como ya era habitual cada vez que salgo, cogí de mi colección de minerales, situado en el cubículo más alto a la izquierda, una tanzanita. Me dispuse después de todo a abrir la puerta que estaba a la izquierda de la estantería, tapando así el poster de Star Wars y la estufa con la misma puerta. Y aunque pareciera que ya había terminado el relato, el despistado de mí tuvo que volver para coger sus zapatos situados justo en un mueble para poner zapatos de color negro, que estaba en frente de la puerta y al lado del armario, tapando una de sus tres puertas. Aprovechando que había regresado a la habitación, utilicé la papelera que estaba entre la mesa y las dos estanterías para tirar un papel, y justo luego volví a salir de mi habitación rectangular.

  • ¿Por qué has elegido este lugar?

He elegido este lugar porque es en el que más cómodo me siento y en el que tengo un cierto tipo de privacidad. Personalmente soy una persona que le gusta pasar el tiempo a solas, ya sea leyendo o viendo series, y una habitación personal es el lugar ideal para ese tipo de actividades.

  • ¿Qué te hace sentir a gusto?

Realmente lo que me hace sentir a gusto en mi habitación es el sentimiento de privacidad y el sentimiento de que es mio. Hay muy pocos lugares que una persona promedio pueda decir que "este lugar es meramente mio". Siento que el espacio que me rodea me pertenece, que en parte es una parte de mi cabeza, pues soy yo el que decidió como decorarlo o que valor le doy.

  • ¿Existe un elemento disruptivo?

La verdadera pregunta debería ser si existe algún elemento no disruptivo en esta habitación. Sinceramente yo no sé que tenía el arquitecto en mente cuando hizo este edificio, porque la habitación no podría tener una peor localización que esta. El espacio se sitúa entre el baño y la cocina, por lo que el sonido del agua inunda las paredes cada vez que se abren los grifos. Tampoco hay que olvidar la poca planificación de ventilación que tiene la habitación, porque aunque haya una ventana, esta da directamente a un patio cerrado donde no entra aire y ya de paso tampoco entra la luz bien. En verano llega a hacer más calor en la habitación, donde no le dan los rayos solares directamente, que en otra parte de la casa. Y siguiendo con la ventana, desgraciadamente si hablas un poco más alto los vecinos los pueden llegar a oírte, molestando así a todos.

  • ¿Crees que te sentirías igual en otro espacio ahora mismo?

No, ahora mismo no, pero si me tengo que cambiar de habitación y trasladarlo todo a esa nueva habitación, después de un tiempo, sí.

  • ¿Piensas que las condiciones de este espacio influyen sobre sus
    ocupantes?

Sí, dependendiendo de que hora del día y estación del año, el espacio puede condicionar mi estado del ánimo.

  • ¿Cómo?

Como ya he dicho antes, en verano hace mucha calor y eso conlleva un cambio de ánimo cuando estoy dentro. También la poca luz en invierno acompañada con una mala posición de la ventana puede provocar que me sienta más triste si paso mucho tiempo en el espacio, cosa que no me pasa en el resto de la casa.

  • ¿Cambiarias alguna cosa?

Muchísimas.

Atmósferas-Peter Zumthor

El texto de Atmósferas me ha dejado reflexionando sobre la importancia de todo lo que no rodea. Desde el sonido de unos simples pasos hasta la temperatura del lugar. El arquitecto debe de tener en cuenta que su trabajo no es solo hacer un edificio, sino que también es crear una atmósfera alrededor de este.

En lo que más me ha dejado pensando el texto es sobre el sonido. Si me imagino estando en mi habitación (un lugar en el que se oyen muchas cosas) y no escucho ningún ruido, siento como una falta de algo esencial. Los pasos de mi familia, las puertas de los vecinos, el ruido del baño y la cocina... son todo sonidos que son propios de mi habitación. Si no existieran, sentiría como una atmósfera vacía, artificial. El sonido crea una atmósfera que es propia del edificio.

Otras cosa que me ha dejado reflexionando es lo que el autor denomina "entre sosiego y la seducción". Es verdad que los espacios en los que puedes explorar libremente crean una atmósfera de misterio que quieres descubrir. Es como si intentases encontrar las pistas que te deja el edificio. Para mí crea un ambiente de conversación, como aquella que disfrutas con tus amigos.